¿Estás alineada?
Creo que la mejor manera de entender esto de la “alineación” es ponerse en la situación contraria; en ese estado (que seguro que has sentido más de una vez) en el que te encuentras cuando vas “quemando” los días, vas tachando cosas de una lista, pero no sabes muy bien hacia dónde te llevan esas cosas.
Tiene que ver con ese cambio de enfoque y perspectiva del que hablaba en la última edición.
Necesitamos reducir el foco, estrechar la perspectiva, para que nuestra atención se dirija en exclusiva a un sólo punto, eliminando distracciones.
A la vez, sólo ampliando nuestros horizontes, aumentando el campo de visión, podremos ver todo el contexto; recordarnos en qué camino estamos y hacia dónde (y por qué) íbamos.
Y es que tendemos, de manera natural, a vivir en modo reactivo; a hacer las cosas porque sabemos que tenemos que hacerlas, porque las vemos ahí. Reuniones, fechas de entrega, pequeños fuegos.
Vivimos en el hoy, en lo inmediato, con el foco puesto únicamente en lo que tenemos delante.
Pero, igual que abusar de mirar cosas de cerca puede aumentar la miopía, pasar demasiado tiempo con la vista puesta en lo más presente, sin pensar realmente hacia donde estamos yendo (esto es, ampliar el foco de la visión para ver más allá; semanas o meses en el futuro) nos puede hacer caer en la inercia, en hacer las cosas sólo porque si.
Cuando yo empiezo a tener esa sensación —de que si no hago un pequeño esfuerzo por ver más allá del día a día, voy a empezar a ir a la deriva— es cuando recurro a un espacio que me he creado en Notion diseñado específicamente para tener, de un vistazo, todos estos horizontes de enfoque.
Te cuento en qué consiste y el por qué de cada sección y, al final, te dejo El Video se marras por si quieres profundizar en todo lo que cuento aquí y verlo puesto en práctica.
👁️ Poner las cosas encima de la mesa
«Ponerlo encima de la mesa» es una expresión que me encanta.
Porque me gustan las reminiscencias a la cocina; poner todos los ingredientes y herramientas que necesitas para elaborar un plato en la encimera, delante de ti.
Pero sobre todo me encanta porque, entendido más allá de la cocina y llevado a las ideas y proyectos, poner las cosas encima de la mesa es la mejor manera que tenemos de realmente entender qué tenemos entre manos, qué podemos hacer con ello; manipularlo y reorganizarlo en base a la realidad en la que estamos en ese momento.
Mi Dashboard de Alineación de Notion me permite poner encima de la mesa:
✦ Mi Visión para ese año
✦ Los Objetivos que me iban a ayudar a alcanzar esa Visión
✦ Los Proyectos con los que iría completando esos objetivos
✦ A nivel del suelo, las acciones del día a día de cada uno de esos proyectos
Tener todos estos horizontes de enfoque juntos me permite, de una manera muy visual, ver qué tengo en el plato ahora mismo y, a la vez, me recuerda por qué. Por qué estoy haciendo eso hoy.
🧭 Recordarme mi Visión del año
El dashboard comienza con la sección de Visión.
Esto es algo 100% personal pero, en mi caso, mi Visión es sencillamente (digo sencillamente por intentar desmitificar la idea de la ✨Gran Visión y Propósito✨) un horizonte al que quiero acercarme en los próximos meses/años.
Dónde me gustaría verme a mi misma.
Para llegar a poder visualizarme ahí, antes he pasado por un proceso de revisión de los últimos meses en el que me hago una serie de preguntas, a través de las cuales voy sacando patrones, aprendizajes e insights.
De qué cosas quiero más en mi vida
Qué sensaciones quiero desterrar
Con quién quiero trabajar
Cómo quiero pasar mi tiempo libre, etc
Las respuestas a esas preguntas son las que a mí me ayudan a planificar los siguientes meses. No me como la cabeza pensando en qué objetivos ponerme, sino que abordo este proceso como la forma de diseñar como quiero que sean mis días en los próximos meses o años.
Todo esto se traslada a una serie de Metas, una especie de guías aspiracionales que uso para aterrizar esa Visión en las diferentes áreas de mi vida.
Por cada una de estas Metas, escribo además unas palabras de cómo quiero que se manifieste esa Visión de ése área concreta de mi vida; cómo se revela ese escenario en mi día a día.
Como este manifiesto forma parte de cada una de las metas individuales, en Notion puedo hacer que todo aquello que esté asociado a esa Meta, esté por extensión asociado a ese pequeño Manifiesto.
Esto hace que, cuando voy bajando niveles de foco, pueda seguir teniendo presente y visualizando cómo quiero que se expresen esas Metas en lo que voy haciendo cada mes o cada semana.
🎯 Clarificar Objetivos
Estas Metas las escribo en una base de datos dedicada. Esta base de datos está, a su vez, relacionada con otra distinta de Objetivos. Cada una de las Metas se aterriza en uno o varios Objetivos, que son la versión más concreta y más “fácilmente” medible** de esas Metas.
Si las Metas son el horizonte al que mirar, el Objetivo sería la diana a la que apuntamos, eso para lo que hay que afinar un poco más el foco.
Y, de nuevo, cómo se ponga cada una Objetivos es algo muy personal, pero a mi me gusta (y así lo traslado en mis cursos o asesorías) mantenerlo simple y flexible.
Los objetivos deben inspirarnos, no hacernos sentir inseguras.
Dependiendo de cómo los abordo, yo distingo entre dos tipos:
1. Los Objetivos basados en nuestra identidad, relacionados con los roles que queremos asumir o en quién queremos convertirnos. Mucho más aspiracionales y difíciles de medir que un objetivo de tipo SMART, pero a la vez bastante más inspiradores.
2. Los Objetivos orientados a resultados; medibles, realistas, concretos y todas esas características pensadas para facilitarte que cumplas ese objetivo en una fecha concreta y midiendo su progreso hasta entonces.
En este dashboard concreto no suelo mirar los Objetivos del primer tipo porque —al tener una finalidad más motivadora, no tener fecha de revisión ni una manera clara de medirlos— prefiero verlos en otra parte de mi sistema, así que en el video me centro en los otros tipos de Objetivos, los basados en resultados.
Lo normal es que la mayoría de objetivos los establezca a un nivel trimestral (nunca jamás todos a principio de año para no volver a revisarlos hasta diciembre 🙏🏻) pero, como decía, me gusta mantenerme flexible.
Hay ciertos objetivos que sé que van a extenderse más de un trimestre porque requieren de más tiempo y más proyectos de implementación. Pero también sé que habrá otros objetivos mucho más pequeños que quizá puedan completarse en poco tiempo.
Por eso, me gusta categorizar mis objetivos dependiendo de su envergadura, porque me ayudan mucho a gestionar expectativas y a saber los recursos, en tiempo y energía, pero también de proyectos, que me van a llevar.
Eso si, en este proceso de re-alineación me centro sobre todo en los Objetivos del trimestre en el que estoy en ese momento.
De nuevo, es una cuestión de foco y, por extensión, de atención.
Si viera todos mis objetivos del año, sin importar su envergadura o fecha (es decir, un enfoque a nivel anual), me sería muy difícil concretar esos objetivos en proyectos accionables, que se tratan a nivel casi semanal.
Así que en este plano de enfoque pienso en las cosas a nivel trimestral porque me da un marco mucho más concreto.
Volviendo a la analogía de la cocina, digamos que —cuando pienso en un rango de 3 meses— la superficie de la mesa es mas pequeña, así que aquí ya no puedo ponerlo todo; sólo los ingredientes que voy a usar en las 12 semanas más inmediatas.
Y con estos Objetivos visibles (que, de nuevo, al ser sólo los rocks trimestrales son muchos menos 👌🏻) puedo empezar a hacerme preguntas:
¿He empezado con este objetivo?
¿Qué me está impidiendo acabarlo?
¿Necesito ayuda de algo o alguien para poder seguir avanzando?
En este proceso de análisis consigo dos cosas:
Por un lado, cada pregunta que me hago me ayuda a ir estrechando más y más ese foco y a acercarme mucho más a la parte ejecutable de la Visión.
— Si imaginas una lente con un ángulo de visión muy amplio, en el proceso de pensar en maneras concretas de hacer avanzar algo hace que ese ángulo se vaya cerrando 😉—
Pero en este proceso me estoy re-alineando también; si ese Objetivo está totalmente enquistado, es una oportunidad para seguir preguntándome:
¿es realmente tan importante para mi?
¿era ahora mismo el momento de abordarlo?
¿debería dejarlo para un poco más adelante?
Es en este mismo espacio donde me hago estas preguntas y re-calibro; muevo fechas, las postergo en el tiempo o directamente las pongo en pausa y me permito a mi misma avanzar hacia otras que, quizá, en ese momento tengan más sentido.
Una vez he hecho este proceso de recordarme mi Visión, reflexionar sobre si me estoy acercando o no a ella, preguntarme si voy por el camino, si quiero cambiarlo, si siento que es el momento de virar el rumbo, etc.. bajo un horizonte más.
🏹 Revisar mis Proyectos
Los proyectos son el puente entre nuestra Visión y nuestras acciones del día a día.
Si el Objetivo era la diana, los Proyectos son la flecha.
Para asegurarnos de que realmente avanzamos en esos Objetivos que nos acercan a esa Visión, deberíamos asegurarnos de que cada Objetivo tenga al menos un Proyecto asociado que nos ayude a alcanzarlo.
Y los Proyectos son maravillosos porque —además de ser la manifestación más aterrizada de esa Visión— es donde encapsulamos además las acciones del día a día, el paraguas bajo el cual las organizamos y sabemos que lo que estamos haciendo tiene un outcome, que no es simplemente tachar cosas de una lista.
Si en el paso anterior me fijo sólo en los Objetivos del trimestre en el que me encuentro, en este paso me fijo solo en los Proyectos asociados a esos Objetivos.
— como ves, según voy pasando de sección voy bajando un nivel de horizonte; empecé en la Visión del año, la más elevada, y ahora ya estoy trabajando con las gafas de los meses (incluso semanas) puestas —
Aquí hago 2 cosas principalmente:
1. Me fijo en qué estado está cada uno de esos proyectos y, de nuevo, vuelvo a hacerme preguntas (esto es muy importante e insisto mucho en ello porque este dashboard no está pensado para ejecutar, está pensado para encauzarme; para corregir el rumbo si es necesario pero no para actuar sobre nada)
¿Qué está funcionando?
¿Qué obstáculos estoy encontrando?
¿Qué es lo siguiente que puedo hacer para mantener este proyecto moviéndose?
Lo que me lleva a lo segundo:
2. Me aseguro de que todos los proyectos tengan, al menos, una next action; una siguiente acción por hacer para que avancen.
Y esto, que parece una tontería, es crucial para que un proyecto no se quede estancado.
Necesitamos saber qué es lo siguiente que vamos a hacer en ese proyecto.
Y esto puede ser, precisamente, descomponer ese proyecto en acciones. No importa que sea, pero tiene que haber un primer movimiento que lo ponga en marcha. O, en caso de que esté parado, que lo ponga en movimiento de nuevo.
Y, por último, esas acciones tienen que ser visibles. Tienen que tener una fecha, algo que las sitúe en un calendario, que las haga aparecer en nuestro sistema de gestión de tareas, sea este cual sea.
Así es como convertimos los ToDo’s en Compromisos.
Recuerda, no basta con empezar; tienes que seguir haciéndolo hasta que lo termines.
Te dejo aquí abajo el video (feedback super super super welcome) y aprovecho para recordar:
✨ Todo el proceso de encontrar unos principios que te guíen, de establecer una visión para el año, de ponerte objetivos (tanto basados en identidad como en resultados) y de ayudarte a alcanzarlos es en lo que se centra el primer curso de Life Design del System Design Kit, al que puedes apuntarte aquí 😊
Gracias por leer!
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