Aunque siempre pienso en el 5 de septiembre como la fecha de inicio de esta newsletter, en realidad lleva siendo lo que es ahora desde más o menos Mayo de 2021, pero cuento también los meses previos al cambio de nombre porque realmente el foco era parecido y porque también forma parte de su/mi historia.
Ahora mismo hay suscritas 5268 personas, tiene un ratio de apertura medio de 55% y me ha generado, de manera más o menos directa, aproximadamente 81.200€ de ingresos (que NO beneficios).
Esos son todos los números.
Es mucho? es poco?
Realmente esta pregunta sólo puedo contestarla yo porque soy yo la que decide el propósito de la newsletter.
No es hacerme rica ni tener el mayor número de suscriptores posibles. Siempre he optimizado para la permeabilidad y no el crecimiento.
Todos esos números son un byproduct de eso.
Now... así es como yo la opero y lo que quizá tu puedas aprender de ello:
UNO. Busca tu Propósito para tu newsletter.
Piensa qué quieres de esa newsletter. Por qué es importante para ti, cómo ayuda a otras personas (y «ayudar» en este contexto es tan amplio como tu quieras que sea), qué es lo que te hace escribirla, dónde encaja en todo el pequeño mundo que te has construido dentro de internet.
Esa visión —ese por qué— es lo que te informará luego sobre posibles objetivos, pero estos serán significativos e importantes para ti.
No números vanidosos de suscriptores ni sistemas tramposos que te hagan caer en publicar por publicar sin más sentido que el de no dejar de hacerlo.
👉 Busca una razón que te mueva lo suficiente como para escribir.
Y es importante que te motives en este primer paso porque, si tu no tienes esa Visión de lo que podría llegar a ser esa newsletter y de cómo podrías llegar a ser tú comprometiéndote con ella (desde todas las perspectivas, no sólo las que quedan bien en la foto mental), nadie más va a tenerla por tí y tú no vas a tener razones de peso que te hagan luego querer llegar a esos objetivos o implementar esos sistemas.
DOS. Escribe aunque no tengas nada que "merezca la pena compartir.
La de veces que he leído a personas decir que van a usar la newsletter para escribir en ella sólo cuando tengan algo que "merezca la pena ser compartido"
* gesto con las manos de «mucho» *
El problema que tiene este enfoque es que es demasiado fácil caer en eso y usarlo como excusa para no publicar, incluso aunque tu misma no te des cuenta de que lo estás haciendo.
Porque, ¿quién decide si algo merece la pena ser compartido? ¿cuándo sabrás si es lo suficientemente "bueno"? ¿cómo vas a tener feedback de si algo "merece la pena" si no lo haces y lo enseñas?
See? Es demasiado fácil acabar en NO publicar nada, en contarte a ti misma que realmente esa idea tampoco era buena o que tampoco era para tanto lo que has escrito o ibas a escribir y que en realidad nadie lo va a notar si no publicas.
Y tristemente es así, my friend. Porque si caes en esta trampa de publicar de manera aleatoria, nadie va a esperar encontrarte en su buzón.
Y, en lo que te afecta a tí, ni siquiera tu encontrarás nada en tu propia cabeza o baúl de ideas que quieras coger y con lo que empezar a jugar, porque no habrás desarrollado el hábito de guardarlas y darles forma, así que nunca vas a mejorar lo suficiente como para escribir algo que quieras que vean otras personas.
Como ves, cuánto más alimentes esta excusa, más grande se hará la bola y menos publicarás, porque cada vez serán más grandes las expectativas que habrás creado sobre lo que debería ser tu propio trabajo; el síndrome del impostor irá creciendo y acabarás teniendo terror a publicar.
👉 Elige una frecuencia. Crea tiempo en tu calendario para escribir y destierra la idea de que no va a merecer la pena porque tu no eres la persona a la que le corresponde decidir eso.
Tu eres la persona que se sienta y escribe aunque sus propias narrativas estén en su contra ✨
TRES. Date tiempo (y permiso) para encontrar tu voz
Como a partir de ahora vas a escribir aunque sientas que no tienes nada que decir, inevitablemente vas a escribir más.
Vas a escribir cosas que quizá sean un poco bluff, que pasarán sin pena ni gloria, y escribirás cosas que a ti te hagan sentir orgullosa, incluso aunque no reciban una sola respuesta.
En todo ese proceso, vas a ir encontrando poco a poco tu voz.
Tu voz, a la hora de escribir, es la combinación de:
✦ El punto de vista que decides dar a aquello sobre lo que estás escribiendo, tu perspectiva sobre ese tema.
✦ El tono con el que escribes, en qué clave lo haces.
✦ Tu vocabulario, la elección de palabras.
✦ Cómo pones juntas esas palabras. La musicalidad que puedas crear jugando con la longitud de las frases para provocar diferentes reacciones.
No vas a encontrar tu voz en las primeras ediciones.
Estarás muy ocupada peleándote con cómo eliges las ideas que luego quieres trasmitir, cómo te sientes escribiéndolas, cómo les das forma para que tengan sentido para otros y luego observando cómo las reciben esas personas.
Y eso está bien. Por eso es importante que no lo dejes.
Porque una vez tengas controlada esa parte lo suficiente como para sentirte cómoda, podrás darle el gustazo de empezar a disfrutar de la siguiente; darle tu personalidad.
Y deberías hacerlo. No deberías conformarte con sonar experto/a, con escribir sobre una idea o las ideas de otro, o curar una serie de enlaces o hacer loqueseaquehagas en tu newsletter.
Debería verse que al otro lado hay alguien con opiniones, punto de vista y experiencias propias con las que convertir sus palabras en algo más que un folleto informativo.
CUATRO. Escribe para una sola persona
No pienses en "clientes", ni en "audiencia".
Piensa en una sola persona (ponle nombre si hace falta). Y escribe para ella. Siempre para esa misma persona.
Y esto no es sólo una cuestión de estilo para que tu texto se lea como este, escrito en segunda persona del singular.
Tampoco es una táctica para ayudarte a escribir sin pensar en todas las personas que puedan estar leyendo
(si eso te sirve, by all means, adelante)
Sobre todo tiene que ver con no perder de vista nunca que estás escribiendo para personas reales.
Que tienen una vida, un contexto. Que tienen prisa, o quizá no han pasado un buen día y que te han dado algo muy valioso; su atención durante unos minutos en un mundo en el que esto es cada vez más escaso.
Qué menos que honrarla en la medida de lo posible.
¿Cómo afecta lo que estás contando a esa persona? ¿Por qué debería interesarle más allá de por leerte a ti?
¿Necesitas guiarle por tu línea de pensamiento, o estás escribiendo sólo para ti?
(nota: escribir un poquito para ti no está mal, es maravilloso. pero es un poco como lo de sólo escribir cuando te apetece; que puede llevar a que al final te quedes tu sola dando vueltas alrededor de tus propias ideas. Si te vas a poner ahi fuera, al menos ve con todo y trasmite de manera que el resto pueda acompañarte en ese paseo)
¿Estás respetando su inteligencia? ¿le has hecho sonreír aunque sea una vez?
Piensa que escribes una carta que va a llegar al buzón de esa persona. No es una entrada de un blog, abierto a todo el mundo, frío, informativo e impersonal.
Es algo un poco más cercano, que permite un nivel más de intimidad. Aprovecha las características del medio y úsalas para enriquecer tu mensaje.
CINCO. Calidad vs. Cantidad
Encuentra tu paso.
Cuando hablamos de dar forma a las ideas, la cantidad no tiene por qué estar reñida con la calidad, siempre que esa cantidad esté bien enfocada.
Es decir; si vas a publicar todas las semanas, hazlo con el objetivo de que cada edición te suponga ir un pasito más allá.
Dedicarle algo más de tiempo, darle un poco más de tu toque, nutrirla con otras fuentes o quizá destilar las ideas y sintetizarla aún más.
No te conviertas en una máquina de publicar sin más sólo por estar ahi, hazlo con intención.
Y eso hará que con el tiempo irremediablemente suba la calidad también.
On the other hand... si una semana para ti no es suficiente para publicar algo que se alinee con tu propósito (mira como siempre vuelvo a lo mismo), aumenta el tiempo entre ediciones, hazla quincenal como esta misma.
Yo podría escribir una newsletter a la semana, pero no sería lo mismo.
Porque he comprobado mil veces que mi manera de trabajar y de dar forma a mis ideas es un proceso lento y, si quiero hacer otras cosas con mi vida a lo largo de la semana, no llego.
Podría ponerme como reto hacerlo de otra manera pero creo que entonces MakinProcess sería otra cosa.
No mejor o peor, diferente.
Y por el momento me gusta como está y como estoy yo escribiéndola.
My point 👉 Encuentra tú tu propio ritmo, el tempo que te permita mantenerte feliz escribiéndola y que no compita con tu propia Visión para ella.
(vamos, que no escribas una basura por imponerte una frecuencia semanal, que da igual lo que has leído u oído por ahí; te aseguro que no dan puntos extra por publicar más)
SEIS. Crea un mundo para que las personas habiten
Esta tiene intríngulis y quizá no aplique mucho a ti, pero en realidad este era un compendio de cosas que yo hago/me funcionan, y esta es la idea general que subyace todo lo que yo hago.
No vengo del mundo del marketing, vengo del mundo de las historias.
Me atrae mucho más un mundo bien construido en un libro que un funnel muy bien pensado.
Y así es como me aproximo a todo esto.
Esta newsletter, que podría ser el final de un funnel, en realidad es el corazón de un sistema abierto y no lineal, que gira en torno a la idea de Pensar Mejor y Crear Mejor.
Alrededor de esa idea hay artículos de un blog, videos de un canal de youtube, entrevistas que doy en podcasts, artículos que escribo en otros sitios, etc... todo gira en torno a eso, pero tiene ramificaciones; no tiene un único punto de entrada y no existe un único camino para recorrerlo, ni una única oportunidad para entrar y comprar.
Esto va de crear relaciones y confianza a largo plazo en el contexto de las ideas que a mi me interesan. Para eso hay que construir algo más duradero e intrincado que un único embudo; un mundo con sus personajes, sus temas, sus running jokes.
MakinProcess para mi es el mecanismo que impulsa todo lo demás, que articula todas las ideas que voy dejando en otros sitios y aquí van tomando forma, edición a edición, hasta que tu construyas o cambies tus propios modelos mentales gracias a ella y luego decidas si quieres ir más allá o, simplemente, seguir aquí.
Esto es lo que a mi me funciona, porque es en lo que creo.
No en verlo como algo aislado en el que una vez a la semana o cada quince días suelto unas cuantas reflexiones; sino como el vehículo de mis ideas, el sistema circulatorio que riega todo lo demás, y que se siente, desde fuera, como un pequeño mundo en el que entras y que puedes habitar.
Esta es mi Visión para esta newsletter, que me lleva de nuevo a lo primero, el Propósito.
Cuando pienso en el papel de MakinProcess en mi negocio y —un poco por extensión— en mi vida, así es como decido verla.
Me inspira mucho más que pensar en crecerla hasta 10.000 suscriptores este año o ingresar con ella 50K.
Pero sé que con esa Visión, cualquier buen número con el que acabe el año será el resultado inevitable de lo primero.
TL;DR
Haz lo que te inspira. Hazlo lo mejor posible y hazlo tuyo.
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Me he contenido de ponerme a explicar aquí lo necesario que es esto de la Visión en todos los aspectos de nuestra vida.
Más importante que los Objetivos, más importante que los Sistemas, es tener una idea lo suficientemente inspiradora de lo que queremos conseguir, a donde queremos llegar con algo, como queremos ser/estar.
Esta visión tiene mucho más poder que un objetivo y puede llegar a ser más eficiente que los sistemas, porque es lo que te da la conexión emocional con lo que haces, y eso es lo que —cuando se desinfla la motivación inicial— te da el drive suficiente para seguir.
Aplica a todo, pero muy especialmente en los juegos infinitos, donde necesitamos tirar mucho más de la visión a largo plazo.
Explico esto con un poco más de profundidad (y ejercicios prácticos para hacerlo) en el primer nivel del System Design Kit. En los próximos meses llevaremos esa Visión a la planificación y luego a la ejecución.
Todavía puedes apuntarte aquí.
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