Suscríbete a MakinProcess para una dosis quincenal de inspiración.
Muchas gracias por suscribirte!
Oops! Something went wrong while submitting the form.
13/2/2021

El noble arte de celebrarse

Nick Fewings

EN ESTA PÁGINA

Hace un par de semanas Bosco Soler hablaba en la newsletter de SinOficina sobre la importancia de celebrar.

De celebrar los grandes éxitos pero también los pequeños, porque aunque queden dispersos en la locura del día o día, o se hagan invisibles en comparación con la épica de los grandes, son los pequeños éxitos del día a día, semana a semana, los que nos hacen avanzar.

A mí personalmente me encanta celebrar los pequeños pasos y atesorarlos como momentos importantes.

Suelo quedarme con las fechas de los pequeños hitos sin siquiera ser consciente de ello, simplemente tengo esas fechas grabadas. Todavía recuerdo el día que me contrataron en la empresa que supondría mi primera incursión en el mundo del diseño (después de años trabajando de forma bastante precaria en un ámbito que hacía tiempo que no me motivaba nada).

También recuerdo el día que dejé de fumar o el día que empecé todo este proyecto (fue el 4 de septiembre, por cierto, esta newsletter nació al día siguiente, el día 5).

Y supongo que dentro de años también me acordaré del día que dejé la empresa en la que estaba trabajando por cuenta ajena y supuso el "comienzo" de esta otra aventura en la que estoy metida.

Hay personas con mayor capacidad de retención de fechas que otras, pero recuerdes o no la fecha exacta, hay ciertos momentos que dejan impronta en la memoria.

Últimamente me he dado cuenta de que —a pesar de seguir celebrando esos momentos más relevantes— algunas cosas que en otros momentos de mi vida habría considerado como un enorme logro, ahora pasan casi desapercibidas en medio del trasiego del día a día.

Creo que esto tiene dos lecturas.

Por un lado, que de alguna manera vamos superando etapas, alcanzando cimas y, conforme hacemos camino y seguimos escalando la montaña, cada pico que dejamos a la espalda —por muy alto que pareciera cuando lo estábamos subiendo— fácilmente se convierte en pequeño cuando lo dejamos atrás.

No hay nada como conseguir algo para que la siguiente vez que nos enfrentemos a algo similar no nos parezca tan grande e inalcanzable.

Por otra parte, me preocupa un poco que la velocidad de los días, de los pasos dados, emborronen de alguna manera los pequeños éxitos de la semana y que en cierto modo nos hayamos hecho un poco inmunes a ellos. Que no sepamos reconocerlos o que no creamos que son lo suficientemente importantes para celebrarlos.

Parece que a veces caemos en la necesidad de ver outputs tangibles, pruebas fehacientes de ese trabajo hecho que vayan más allá de una lista de tareas marcadas como hechas.

Y, si no tenemos esa prueba en la mano, si no vemos un resultado corpóreo, parece que todo el trabajo ha quedado en nada; que avanzamos dando palos de ciego pero que no tenemos nada que nos esté realmente haciendo avanzar en nuestros objetivos.

Creo que está bien ser exigente y establecer un sistema de evaluación semanal (y mensual) que nos obligue a hacer ese ejercicio de retrospección; fijarnos si estamos haciendo todo lo posible para avanzar en nuestros objetivos para poder cambiar aquello que nos impida llegar.

Pero últimamente estoy empezando a valorar mucho el ser capaz también de poner en valor incluso esas tareas que a veces, aunque no queramos, nos ocupan demasiado tiempo y no son las que más resultados nos aportan.

Lo queramos o no, esas pequeñas tareas que no tienen tanto impacto en nuestros planes son las que llenan el mayor porcentaje de nuestro día.

Es algo que igualmente tenemos que hacer y a veces nos obsesionamos tanto con que todo lo que hagamos tenga un output concreto, que cuando la realidad nos enfrenta y nos encontramos con que llevamos dos días sin hacer nada altamente "productivo" o "de impacto" nos venimos abajo.

Hace meses empecé a rellenar un documento en Notion con todos los logros o hitos que voy alcanzando.

Lo tengo relacionado con mi base de datos de Semanas y así, cada semana puedo echar la vista atrás y ver todas las cosas que he conseguido, aunque a veces sean pequeñas.

Esta semana he decidido empezar a ampliar un poco el umbral e introducir no sólo los grandes éxitos, sino también algunos pequeños logros, de esos que a lo mejor no crees que hayan servido más que para perder varias horas y que desde luego al final de la semana parece que no han tenido impacto, pero que a veces es cuestión de mirarlos con algo de auto-compasión y darles un poco de brillo para darnos cuenta de que han sido importantes.

Antes, si al final de la semana podía ver en mi revisión semanal que había escrito un montón de mails, muchas veces ni siquiera lo contaba como tarea hecha, lo que incluso reducía bastante el número de cosas que había hecho esa semana.

Ahora, estoy empezando a practicar la reformulación de ese tipo de acciones para que no queden en una ristra de emails escritos, sino transformarlas en, a lo mejor, un "Conseguí responder todos los mails retrasados" o "Mandé un mail con una propuesta muy bien hecha".

Es posible que esa propuesta luego no tenga respuesta, o no sea la respuesta que esperábamos, pero es importante poner en valor que nos pasamos una tarde entera haciéndola.

Primero porque, aunque ahora no seamos conscientes, probablemente la siguiente no tardemos tanto así que habrá sido tiempo bien invertido.

Segundo porque, aunque ese esfuerzo no tenga luego un resultado claro, no quiere decir que no haya sido un trabajo bien hecho.

Y un trabajo bien hecho nunca es tiempo perdido.

No todo van a ser siempre grandes éxitos ni logros.

Y claro que está bien celebrarlos cuando llegan, de ahí el valor de tenerlos atesorados en un documento al que poder volver.

Pero a veces no necesitamos un gran éxito.

Muchas veces sólo necesitamos una señal de que el trabajo que hacemos es importante y merece la pena, aunque no venga acompañado de un resultado inmediato.

Y, puesto que hoy es día de celebrar, yo he decidido regalarte ese documento de Notion para que puedas crearte tu propio repositorio de logros y tengas un lugar donde atesorar todos tus grandes y pequeños éxitos del día.

Aquí tienes el video explicando cómo funciona:

Y aquí puedes descargar y usar la plantilla, que realmente no tiene más misterio que el de hacer todas las noches el ejercicio consciente de echar la vista atrás, recordar algo que hayas hecho que fuera significativo y ponerlo "bonito" en el documento para sentirte orgullosa de la suma de todas esas cosas al final de la semana.

No te olvides de relacionar esos logros con su semana correspondiente (si tienes el Notion Starter Pack, es la base de datos de "Revisión Semanal") y poner también todas aquellas veces que alguien haya valorado tu trabajo, te haya dado un feedback positivo o te haya felicitado por algo.

Y dentro de unos meses puedes volver a echar un vistazo a ese documento y darte cuenta de todas las cosas que has hecho, de todos los grandes éxitos que has apuntado pero también de los pequeños montículos que has superado.

Porque celebrar es importante. Es importante integrarlo en nuestra vida como una rutina de autocuidado.

Tener un lugar al que poder volver para rememorar nuestros logros te ancla a ellos, te hace sentir importante y valiosa, que lo que haces cada día merece la pena.

Así, además, tienes pruebas fehacientes de ello si algún día algo o alguien (tú incluida) se atreve a ponerlo en duda

Tiempo en escribir esta newsletter: 5 horas
Contenido exclusivo para suscriptores.

Gracias por leer!

Si te ha gustado y quieres recibir más reflexiones e ideas sobre pensar, crear y vivir mejor, no olvides suscribirte a MakinProcess para recibir recursos e inspiración en forma de mails, cada quince días en tu bandeja de entrada.

Lo de las cookies 🍪
Si. Este sitio usa cookies para almacenar algunos datos. Si las aceptas, puedo usar esos datos para analizar mejor qué pasa en la web y así personalizar un poco más tu experiencia por el sitio. Visita la Política de Pivacidad para más información.