Mi stack de pensar (y de crear)
En los últimos años, gracias al auge de herramientas de toma de notas supervitaminadas, se ha empezado a hablar y desarrollar mucho alrededor del campo de la gestión del conocimiento, de distintas metodologías, frameworks y aplicaciones relacionadas con él.
Seguro que has oído hablar de Roam u Obsidian, pero también del concepto de Second Brain o Zettelkasten. A mi es un tema que me tiene muy loca desde hace años. Empecé a tomármelo en serio cuando me di cuenta de que podría crearme un Centro de Conocimiento en Notion 100% diseñado para adaptarse a mi manera de interactúar con la información y de crear nuevo conocimiento, y desde entonces mi sistema ha ido creciendo.
Lo pulo y refino cada día y le he ido incorporando componentes y satélites alrededor, de forma que no tengo realmente un Second Brain sino más bien un Ecosistema de Pensamiento formado por distintos elementos interconectados entre si, que me ayudan a pensar mejor y crear mejor.
Como es un tema tan amplio, que se puede mirar desde tantos prismas diferentes y que creo que genera tanta curiosidad como confusión, he querido dedicar esta edición a contar cómo tengo yo montado este sistema, sobre qué herramientas está construido y, lo más importante, por qué lo hago así y por qué realmente no importa como lo haga yo sino lo que quieres hacer tú.
🎨 Lo Primero es el Por Qué
Como la mayoría de las cosas, hay que empezar por el Por Qué. Qué estás queriendo hacer, cuál es la finalidad de montarte este sistema.
Las herramientas son lo que son; medios para un fin. Lo importante es el fin. En mi caso, el fin último es crear. No es guardar, no es recopilar, no es tener todo "organizado".
Mi por qué es crear cosas.
Esas cosas pueden ser cursos, productos digitales, ediciones de newsletter, tweets o simplemente piezas de conocimiento en forma de ideas atómicas que luego comparto aquí.
Puede que tu finalidad sea otra, puede que sólo quieras guardar lo que vas encontrando a diario y tener un sitio donde luego encontrarlo fácilmente. Cuando hablamos de Gestión del Conocimiento Personal no tenemos que perder de vista la última palabra.
Es personal. Más de lo que podrías creer en un primer momento.
Así que piensa siempre en lo que necesites tú y no tanto en lo que hagan otros.
Una vez aclarado eso, volvemos a cómo lo hago yo y por qué, que como digo lo que quiero con todo esto es, principalmente, usarlo para crear cosas.
Lo que tiene el proceso de creación es que, primero, tiene varias fases y, segundo, no es lineal. Y aquí está en parte el quid de la cuestión.
Cada fase, para mí, "pide" una herramienta distinta. Y, como no es lineal, paso de una herramienta a otra según lo que necesite en cada momento.
🗂 Notion para capturar, guardar y organizar
En Notion es donde yo he decidido tener mi librería particular y diseñada 100% a mi gusto.
Como es una herramienta cuyo core principal son las bases de datos y el poder crear relaciones entre ellas, su fuerte es aportar estructura a la información y contextualizarla.
Como además estas bases de datos pueden supervitaminarse con muchas propiedades distintas, tengo mil y un maneras de categorizar los recursos que guardo.
Esto es algo que para mí es oro, porque me permite guardar la información de una manera muy consciente, buscando siempre (y esto es algo que todo sistema de gestión del conocimiento debería tener) no que me supere, sino que me empodere.
→ Usar la información a mi favor
Es decir, aprovecho las propiedades y las relaciones entre bases de datos para diseñar y programar qué información necesito ver según el contexto en el que me encuentre.
No necesitaré los mismos recursos si estoy trabajando en un proyecto de diseño web, que si estoy investigando sobre herramientas de email marketing, y Notion me permite crear flujos y dashboards por proyecto o por áreas; así me aseguro de que el mar de información se filtre en mi sistema de manera que sólo resurjo lo que necesito cuando y dónde lo necesito, en el contexto en el que lo necesito.
Pero además de poder filtrar la información por contexto, puedo organizarla por el uso que le estoy dando en cada momento. Y en mi caso esto es saber:
- Si la guardo por si acaso (no la estoy usando ni voy a usarla por el momento)
- Si la estoy leyendo,
- Si la estoy subrayando,
- Si estoy tomando notas sobre ella o, el mayor nivel de engagement 👇
- Si estoy sintetizándola y destilándola; es decir, sacándole todo el juguillo.
No toda la información que consumo y guardo requiere para mi el mismo nivel de atención, así que es importante tener este pequeño sistema para poder ver de un vistazo en qué assets estoy centrada en ese momento; cuánto más a la derecha del pipeline, más trabajo sé que le he dedicado a esas piezas, porque están leídas, subrayadas, sintetizadas y listas para ser usadas cuando tenga que resurgirlas en su contexto.
Todo esto tiene una doble finalidad.
Por un lado, al guardar las cosas por contexto sé que luego las encontraré cuando las necesite. Por otro, al sumarle a eso la capa de categorización por nivel de atención, me evito perder el tiempo subrayando o leyendo cosas que sé que no voy a usar.
Recuerda, mi objetivo no termina en esta fase, sino que lo que quiero es crear cosas, así que intento pasar más tiempo en eso y menos en consumir.
🌱 Obsidian como Jardín Digital
Obsidian es una herramienta pensada para lo que se conoce como networked thinking o pensamiento interconectado.
Se basa en backlinks o enlaces bidireccionales, así que puedes enlazar una nota A a una nota B e ir de una a otra en las dos direcciones, porque ambas enlaces se "hablan" entre ellos y son conscientes de la existencia del otro (si esto es muy abstracto, expliqué un poco más el concepto aquí)
Llevado a la práctica, puedes crear enlaces a otras notas según vas escribiendo. Y este es un concepto super interesante porque básicamente lo que hace es acercar el proceso de escritura al proceso mental.
Ya sabes que escribir es pensar, y lo que te permite esta funcionalidad es escribir tal y cómo funciona tu cabeza; no de una manera lineal, sino saltando de una idea a otra, permitiéndote de una manera muy rápida crear ramificaciones de tus ideas (lo que podríamos llamar "tirar del hilo"), con el plus de que además siempre puedes volver sobre tus pasos para ver de dónde salieron esas ramificaciones.
Si conoces y controlas Notion, puede que te hayas dado cuenta de que en realidad esto también puedes hacerlo ahí (como expliqué en este vídeo) y conseguirás resultados muy parecidos, pero aquí entra lo de las distintas fases del proceso y como —a mi, en el fondo— cada una me pide una herramienta distinta.
→ Separar mis ideas de las ideas de otros
Cuando entro en Obsidian, lo hago porque ha surgido una chispa en mi cabeza. Un concepto que ha resonado conmigo, una pequeña linea de pensamiento que creo que merece la pena desarrollar. No es el sitio en el que guardo información de otros, sino el lugar donde guardo todo lo que ha pasado por mi filtro personal. Son mis propias ideas y pensamientos, mis creencias o rayadas mentales.
No intento organizarlas sino que las dejo ahí sin ningún tipo de pretensión. En términos de Jardines Digitales, son semillas que dejo reposar. Con el tiempo, algunas de estas ideas-semilla irán brotando según las desarrolle más. Otras se combinarán con semillas distintas y darán lugar a ideas nuevas, a nuevas piezas de conocimiento.
Como no las ordeno, y —por sus características de acercar la escritura al pensamiento, me invita de manera natural a fluir— uso Obsidian principalmente para eso, para fluir dentro. No tengo que preocuparme por la estructura o el orden porque de eso se encarga mi sistema en Notion. En Obsidian, como buen jardín digital, simplemente paseo. Observo ideas, busco conexiones entre ellas y sigo mi curiosidad para ver qué surge a partir de ello.
Lo interesante de usarlo exclusivamente para esto es que dibujo una linea muy clara entre lo que tengo y hago en una herramienta y lo que tengo y hago en la otra.
En Notion tengo de todo y en todo tipo de formas (porque es, al fin y al cabo, mi herramienta principal y dónde he construido mi Sistema Operativo Vital) pero lo que hay en Obsidian son ideas, cuanto más atómicas mejor, y son mías. En el sentido que han pasado por mi filtro y mi experiencia, así que digamos que es mi cajón de especias; el sitio al que acudo cuando quiero dar sazón a mis proyectos aportándoles mi propia perspectiva.
Pero, si en Notion es donde guardo y organizo la información y Obsidian a dónde voy para sembrar (y luego recolectar) mis ideas, ¿dónde hago lo más importante, que es crear?
🧩 Logseq para ensamblar ideas
Si la característica principal de Notion en este contexto es la estructura que le dan las bases de datos y en Obsidian la capacidad de conectar ideas gracias a los backlinks, Logseq combina ambas, así que es la que uso para estructurar mi pensamiento y convertirlo luego en cosas con sentido que puedan ser consumidas por otro.
Pero, ¿a qué me refiero con estructurar el pensamiento? ¿y por qué no puedo hacerlo en Obsidian?
Porque Logseq es una herramienta de las conocidas como "outline-based", es decir, está pensada para que puedas crear esquemas en ella. En la práctica, es algo parecido a lo que haces en una herramienta de mapas mentales, en los que cada idea está representada por un nodo pero, en este caso, en vez de visualizar esos nodos con sus atributos visuales típicos, los ves como párrafos o bloques de texto.
Cada párrafo es una idea y, cada salto de linea que hagas, es interpretado como una idea nueva.
Igual que en un mapa mental, puedes crear subnodos; en este caso subpárrafos, simplemente indentando las lineas, de manera que según vas escribiendo, con la misma rapidez en la que Obsidian creabas ideas nuevas y las enlazabas, aquí lo que haces es crear ramificaciones de esa idea con sólo pulsar una tecla.
Esto lo que te permite es crear esquemas de lo que vas a escribir de manera muy rápida. Sólo tienes que ir poniendo las ideas que quieres tratar una debajo de otra, y ya tienes un primer outline de un guión, de un artículo, los bullet points de una charla, el temario de un curso..
Luego, según vas desarrollando cada idea, sólo tienes que ponerte en ese párrafo y empezar a escribir más ideas subyacentes debajo.
Esto no solo ayuda mucho mentalmente a estructurar nuestros pensamientos, sino que además puedes, literalmente, mover y manipular cada una de estas ideas o párrafos solo pinchando y arrastrando, así que la sensación es la de estar moviendo ideas de un sitio a otro, para encajarlas allí dónde van teniendo más sentido.
Pero no sólo eso. He dicho que Logseq combinaba lo mejor de la estructura de Notion y la capacidad para interconectar ideas de Obsidian. Esto es porque Logseq, además de todo lo anterior, también tiene soporte para backlinks, por lo que mientras escribo también puedo "crear" ideas nuevas on the go sin interrumpir mi flujo de escritura.
Es posible que en este punto te preguntes: Si Logseq puede hacer todo eso, ¿para qué necesitas Obsidian?
→ Abrazar el desorden
Porque, como he dicho al principio, para mí la finalidad de todo este proceso concreto siempre es la misma. No es tener los artículos más organizados, ni siquiera encontrar rápidamente lo que guardé hace meses; es crear cosas.
Y para mi crear pasa inevitablemente por jugar con mis ideas. Poder coger una y enfrentarla a otra, verlas juntas y observar cómo surgen las contradicciones y las chispas, o como una se apoya en otra y da lugar a algo nuevo y más rico.
Logseq me permite, como ninguna otra, manipular las ideas como si fueran objetos con los que, literalmente, juego; las muevo de un sitio a otro, arriba o abajo. En las fases de divergencia suelto ideas sin pensar demasiado y en las fases de convergencia puedo centrarme en cada una de ellas. Luego puedo hacer zoom out, echar un vistazo a cómo va quedando todo en conjunto y reordenarlas o manipularlas un poco más hasta que, literalmente, siento que las piezas van encajando.
Pero esto lo hago con todo. No sólo cuando quiero publicar algo para que sea leído o consumido, sino cuando siento que tengo demasiadas cosas en la cabeza y necesito volcarlas, observarlas de lejos y empezar a darles un mínimo de estructura.
A veces son sólo un word vomit, como método de descarga mental, y otras veces las voy nutriendo hasta que se convierten en cosas con cuerpo y posibles proyectos. En ese caso, me llevo esa idea a Notion porque ahí es donde le doy entidad de proyecto (recuerda, en Notion no sólo guardo cosas externas, es donde tengo todo mi sistema operativo, así que mis proyectos y los objetivos a los que responden pertenecen a ese ecosistema).
Pero el caso es que Logseq es el lugar en el que me permito volcar todo este desorden mental.
No es bonito, no está ordenado, no sigue ninguna metodología y no podría importarme menos. Es simplemente el lienzo en blanco en el que suelen empezar las cosas en fases más tempranas y, dependiendo de cómo se haya desarrollado todo, también puede ser el sitio en el que las completo.
🌀 Confía en el proceso
La idea con la que me gustaría que te quedaras es esta:
El proceso creativo no es lineal, y mi flujo de trabajo tampoco. Salto de una herramienta a otra, no sigo un step-by-step aunque pueda parecer que si.
Uso las herramientas en la medida que éstas me permiten interactuar con mis ideas en los distintos "modos" mentales por los que voy pasando a lo largo del día.
A veces empiezo a escribir en Notion y cuando veo que necesito fluir algo más me voy a Logseq, porque ahi puedo manipular mejor mis ideas.
Otras veces estoy soltando ideas en Logseq y me doy cuenta de que, de uno de esos nodos, ha ido surgiendo algo que tiene sentido y significado por sí mismo y que puedo usar como idea-semilla para nutrir mi jardín en Obisidian, así que me la llevo allí.
A veces una nota en Obsidian empieza a crecer tanto que lo que quiero es maquetarla y ponerla "bonita" porque quiero que sea el principio de una Source of Truth sobre algo, en cuyo caso me la llevo a Notion porque es la más visual de las tres y allí puedo relacionarla con otros aspectos de mi vida.
Si de ahí luego surge algo que quiera publicar o quiero que lea alguien, tendré que asegurarme de que está bien sintetizada y las ideas bien estructuradas así que me la llevaré de nuevo a Logseq porque es dónde tengo una visión más clara de todas las sub-ideas de las que se puede componer ese documento y puedo trabajarlas bien antes de ser publicadas.
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Podría seguir infinitamente, pero creo que se entiende a dónde voy.
Las herramientas importan tan poco. Lo que importa es lo que tú puedes hacer con ellas, y cómo las usas para potenciar tus propias capacidades, para maximizar lo que sale de tu cabeza y darle tu brillo particular.
Estas son las que yo uso porque, en estos momentos de mi vida, son las que he encontrado que mejor encajan en mi flujo creativo. No es un flujo perfecto, a veces hay fricción y por supuesto me gustaría que hubiera una que combinara todo esto, pero también abrazo las particularidades y "quirks" de cada una y disfruto pasando tiempo en ellas, y para mí eso es lo más importante.
Recapitulando
- Pregúntate qué es lo que verdaderamente quieres de tu sistema
- Descompón tu proceso en pasos y modos mentales.
- Elige el arma que mejor te sirva en cada paso.
- Confía en el proceso (y, sobre todo, disfrútalo).
🗒 Notas y comentarios al pie
Logseq y Roam son increíblemente parecidas, así que si no habías oído nunca hablar de Logseq pero Roam te suena más, están bastante igualadas en funcionalidades (que no en precio). Si te ha parecido interesante, dímelo e iré compartiendo más cosas.
Si quieres saber más sobre Jardines Digitales y las notas evergreen o atómicas, hace un año y pico escribí una serie de 3 partes dedicada a ellos que te recomiendo mucho para ganar contexto 🙂
No he querido meterme en los aspectos más técnicos de ninguna herramienta porque se alejaba totalmente de la finalidad de esta edición en concreto, que no era hablar tanto de las herramientas en si sino por qué y cómo uso yo las que uso. Pero la conversación está abierta. Coméntame en Twitter las tuyas, si tienes alguna pregunta concreta no dudes en hacérmela o mandarme un mail y, si te interesa el tema, quédate por aquí porque hay mucho de lo que tirar aún ;)
